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Al importar o exportar en Chile, la mercancía debe pasar por el Servicio Nacional de Aduanas, organismo encargado de regular la mercadería que entra y sale del país, reteniéndola hasta su liberación en puerto o aeropuerto. En ocasiones, de forma aleatoria, existe la posibilidad de que un Agente de Aduanas realice un aforo aduanero, con el objetivo de regular el tráfico de mercaderías que ingresan o salen del territorio aduanero y también informa al exportador o importador sobre los procesos que debe seguir su carga para poder ingresar o salir del país.
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¿Qué es un aforo aduanero?
El aforo es una operación aleatoria que realiza la aduana, que consiste en examinar físicamente la mercancía y revisar la documentación de la misma, para comprobar que esté todo correctamente declarado, la clasificación arancelaria de la mercadería, su avaluación, determinación de su origen y otros datos necesarios, como peso y valor, para fines de tributación y fiscalización aduanera.
Esta operación es realizada por funcionarios aduaneros especialmente facultados para ese objeto por la Ordenanza de Aduanas y sus reglamentos, y están encargados de verificar que la carga tenga legal procedencia y pueda ingresar al país. Algunos de los productos que están prohibidos para importación son los asbestos, sustancias psicotrópicas, residuos industriales tóxicos, fuegos artificiales, sustancias agotadoras de la capa de ozono, entre otras.
También hay productos que requieren una autorización de otros organismos, como los productos farmacéuticos o cosméticos que deben estar aprobados por el Instituto de Salud Pública (ISP), productos pesqueros por la Subsecretaría de Pesca, o fertilizantes y pesticidas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Todos estos productos se fiscalizan para ayudar a fomentar un comercio justo y legal entre los distintos operadores de comercio exterior.
Tipos de aforos aduaneros
Actualmente existen dos tipos de aforos en Chile, aunque este proceso es bastante similar en otros países de Latinoamérica. Ambos son hechos al azar y se realizan cuando la mercadería se encuentra en el puerto o en el aeropuerto para revisar y verificar que todo esté correctamente declarado.
El primero afecta a los trámites anticipados, y se notifica a través de la página web de aduanas, estando disponible cuando ya ha arribado el barco a puerto. Este aforo físico se realiza a través de estudios de perfiles de riesgo que determina la Dirección Nacional de Aduanas, insertos en un sistema computacional.
El segundo es lo que se conoce como “riesgo local”, el cual consiste en la aplicación sistemática de prácticas y procedimientos administrativos que permiten a la aduana tener la información necesaria para manejar movimientos o envíos que presentan un riesgo. Aquí también encontramos la revisión de mercadería peligrosa, la cual posee un manejo y documentación especial. Deben cerciorarse de que todo está bien etiquetado y que no vaya a ser un peligro al llegar a destino.
Implicancias de los aforos aduaneros por la pandemia
La situación sanitaria ha generado cambios en la sociedad, incluso en las aduanas. Cuando la mercancía llega al puerto de destino y el contenedor es desocupado, el plazo para ser devuelto a la naviera es de 5 a 7 días. Luego de ese plazo comienza a regir un cobro que va desde los 100 dólares a 150 dólares diarios. Actualmente por el brote de Covid-19, se han estado originando demoras de hasta 20 días debido al aumento en la realización de aforos físicos en los puertos de San Antonio y Valparaíso.
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En el segundo tipo de aforo que fue mencionado anteriormente, sucede que, al momento de retirar la carga del puerto, es designada para revisión física. Esta acción ha generado bastantes problemas para los transportistas, ya que se realiza cuando la mercancía ya se encuentra asignada a un camión y este se encuentra listo para ser cargado.
Cuando esto sucede, existen nuevos cobros al cliente ya que, el transportista, al verse imposibilitado de llevarse la mercadería, cobra al importador lo que se conoce como “falso flete”, ya que el vehículo debe ser reasignado o esperar a que se realice el aforo físico para tener acceso al retiro del puerto.
Otro efecto que tiene la pandemia en los aforos aduaneros, es el de la seguridad. Cuando un contenedor es designado para esta acción, puede quedar hasta 20 días esperando para ser revisado, y se arriesga a verse expuesto al contrabando o temas de drogas, ya que durante ese tiempo se puede “blanquear” el contenedor.
Por la situación sanitaria, según se señala en Pulso Aduanero, los extraportuarios explican que estas tardanzas se generaban en sus recintos de trabajo y en el Servicio de Aduanas, ya que durante el confinamiento no disponían de suficiente personal, debido al teletrabajo y al Covid-19, entonces al haber un aumento de aforos físicos pero una disminución de personal, se producían largos retrasos.
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