Los contenedores de carga son recipientes de carga de grandes dimensiones que se utilizan para el movimiento internacional de mercancías facilitando el transporte intermodal. Su forma y características están reguladas por la normativa ISO-668:2020 del International Organization for Standardization a nivel global, y pueden variar en cuanto a sus dimensiones, estructura, material y objetivo según el tipo de carga que vaya a transportar, pudiendo tener una vida útil para este fin de hasta 10 años.
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Para comprender a mayor profundidad cómo funcionan los contenedores y cómo se les puede dar una segunda oportunidad de vida útil, es importante remontarse a sus inicios.
En 1956, un estadounidense llamado Malcolm McLean, identificó una necesidad en quienes movían mercancías entre distintos países. La carga se transportaba en camiones, traspasando cada bulto uno por uno al buque. De esta forma, McLean decidió crear estas cajas grandes metálicas para que la misma que transportaba el camión fuese cargada en el barco. Desde entonces, la mayor innovación de la industria ha sido la creación del contenedor, que sin duda revolucionó el transporte internacional de carga. Pero, ¿qué pasa con estas cajas metálicas cuando ya cumplen con su vida útil en el movimiento de mercancías? Te lo contamos en este artículo.
Actualmente la arquitectura está evolucionando y revolucionando, por lo que encontrar nuevas alternativas de diseño, métodos de construcción y materiales utilizados es cada vez más común.
Esto surgió debido a la necesidad de que no solo se quiere construir, sino que también está la constante búsqueda de optimizar costos, aumentar la sustentabilidad y al mismo tiempo poder innovar. Es por esta razón, que surge la idea de utilizar los contenedores de carga marítimos como una solución, siendo una excelente opción como infraestructura. Como dato curioso, este tipo de construcción se llama “cargotectura”, nombre proveniente de arquitectura y carga.
Brindarle una segunda vida útil a los contenedores es cada vez más frecuente, desde el uso industrial, como para el habitacional y comercial, debido a la resistencia de su material, a los bajos plazos de ejecución y del bajo costo de construcción, en comparación a las obras habituales.
Generalmente los arquitectos que utilizan el método de “cargotectura”, crean una arquitectura modular, que se consigue uniendo y apilando estos módulos metálicos, con soportes y vigas de acero, para garantizar así la estabilidad. En diseños más sencillos, solo será suficiente con los contenedores.
La firmeza, el diseño y los materiales de alta resistencia con los que se modifica un contenedor para uso industrial, son los que hacen que la estructura del edificio sea más gruesa y robusta, permitiendo una arquitectura más resistente y segura a las condiciones climáticas. A continuación te contamos algunos ejemplos sobre estructuras que se pueden hacer con contenedores:
Debido a su espacio y versatilidad, los contenedores de carga se pueden usar como bodegas, para almacenar cualquier tipo de mercancía, hasta la refrigerada.
Para este tipo de estructuras se puede disponer del contenedor de forma sencilla, desde una simple oficina, hasta un espacio de trabajo más complejo con baños, comedores y salas de juntas.
Usualmente se suele pensar que los contenedores son oscuros y fríos, pero en realidad son todo lo contrario. Entregan un espacio suficiente para instalar camas, baños completos, salas de estar, entre otras comodidades, pudiendo apilar los contenedores y generar grandes viviendas, como apartamentos, hoteles y casas.
Modificar contenedores de carga para locales comerciales es una excelente opción, ya que la rentabilidad será mayor en comparación de rentar un local comercial fijo, esto por su movilidad y reutilización que se le puede dar.
Entregarle una nueva oportunidad de vida útil a los contenedores de carga puede traer varios beneficios que podrían incitarte a considerarlo como una opción arquitectónica, razones por las que muchos arquitectos reconocidos han decidido aventurarse con este tipo de estructuras. A continuación te dejamos algunas de estas ventajas:
Los contenedores de carga están fabricados para ser lo más firmes y seguros posibles, debido a que deben ser transportados en buques portacontenedores en largas distancias, enfrentándose a posibles eventualidades. Es por esa razón, que al ser utilizados en construcciones, existe la seguridad de una mayor resistencia a contingencias climáticas.
Si bien el principal objetivo de un contendor es mover carga de un punto a otro, llega el momento en que no son suficientemente útiles, y es por eso que se les da una segunda oportunidad de vida útil al ser empleados en la arquitectura, son bastante versátiles.
Por otro lado, al construir con estas cajas metálicas se está apoyando al medioambiente, reduciendo la cantidad de material de construcción, reutilizando el contenedor marítimo y reciclando al utilizar materia prima reciclada.
Como el contenedor ya está construido, no requiere tanto tiempo para terminar la instalación. Solamente se necesita terminar con los detalles internos, como decoración, funciones básicas para vivir, iluminación, y otros factores indispensables.
Con estas estructuras existe una mayor capacidad de movilidad por la versatilidad del contenedor, ya que siendo solo una pieza, permite ser transportado sin mayor dificultad.
Como se mencionó anteriormente, es tan sencillo movilizar los contenedores de carga para establecerlos como estructuras arquitectónicas, que su montaje también lo es, debido a su forma y simpleza.
Son cada vez más las estructuras hechas con contenedores de carga en el mundo, desde hoteles, restaurantes, grandes viviendas hasta cafeterías reconocidas, que tienen el objetivo de ser lo más sustentables posible y revolucionar e innovar en el mundo de la arquitectura. Seleccionamos algunas de las arquitecturas más famosas del mundo que fueron construidas con contenedores reciclados, a continuación te las mostramos:
Winebox es un hotel y fábrica de vinos ubicado en el Cerro Mariposa de la Quinta Región en Chile, fue construido con 25 contenedores marítimos siendo el hotel más reciclado de Latinoamérica con el 70% de su arquitectura. Actualmente se encuentra dentro de los destinos más visitados de la zona por su curiosa estructura y su numerosa producción de vino, además de su terraza y azotea con vista al mar que se ha vuelto un gran atractivo turístico.
En el centro comercial Hualian Bay Mall en Taiwán se encuentra el Starbucks más sustentable del mundo, con una superficie de 320 metros cuadrados. Este fue diseñado por el arquitecto Kengo Kuma y construido con 29 contenedores reciclados, que fueron ubicados simulando un arco de cubos chino, poniendo a disposición dos pisos para estar en su interior y apreciar sus vistas a la cordillera. Este proyecto es parte de la iniciativa “Starbucks Greener Stores” que pretende conformar un marco para diseñar, construir y operar locales sostenibles en todo el mundo.
Floreciendo en el árido desierto se encuentra Joshua Tree Residence, ubicado en California, Estados Unidos, una vivienda confeccionada solo con contenedores de carga reciclados, por Whitaker Studio, un famoso estudio de arquitectura inglés, abarcando una superficie de 200 metros cuadrados. Esta casa se destaca por su curiosa arquitectura, sostenibilidad y adaptación al entorno, ya que los contenedores no se encuentran asentados directamente sobre el terreno, sino que se elevan permitiendo el paso del agua. Además, posee paneles solares para que sea autosuficiente y amplias ventanas en la punta de cada contenedor para iluminar la vivienda.
En París, Francia se encuentra Les Grandes Tables, un restaurant cuya arquitectura se basa en contenedores reciclados, que fueron puestos de forma estratégica para maximizar el ingreso de luz y aire al interior del lugar, junto a un marco de madera revestido de vidrio con luces que de noche iluminan el perímetro y los contenedores que lo sostienen. Fue diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, y posee una capacidad para más de 120 personas para servicio de restaurant y también lugar de fiestas, bodas y reuniones.
Donde antes había mercancías y marineros involucrados, ahora hay fiestas y vida estudiantil. Cité a Docks es una eco-ciudad universitaria construida solo de contenedores de carga reciclados ubicada en Le Havre, Francia. La idea de este barrio fue darle alojamiento a 100 estudiantes, por un precio más económico, acogiendo criterios ecológicos y medioambientales. Cada estudiante posee 18 metros cuadrados en una estructura de cuatro pisos, una pasarela que conecta los edificios, un espacio completamente equipado y algunos balcones con vistas al puerto.
En Corea del Sur, específicamente en el distrito Gwangjin, se encuentra el primer y mayor complejo comercial del mundo: Common Ground. Su arquitectura está hecha con 200 contenedores y cuenta con dos edificios, el Street Market y el Market Hall, sumado un total de 5300 metros cuadrados. La construcción de este centro comercial supuso todo un desafío arquitectónico para Urbantainer, pues luego de escuchar las opiniones de que las grandes estructuras hechas con containers son peligrosas, propensas a incendiarse o construidas para personas con pocos recursos, querían probar lo contrario, naciendo este gran complejo comercial que hoy en día se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad.
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Fuentes:
https://blog.dracontainers.com/blog/construcciones-con-contenedor-maritimo